viernes, 3 de octubre de 2014

Gengis Kan

Esta entrada me encanta poder hacerla, se que hace mucho tiempo estuve prometiendola, pero es que quería empaparme sobre el tema, ya que en la red encuentran muchas historias sobre esta leyenda, espero que la disfrute esta entrada ya que a mi me anima poder tenerla en mi blog!!!
Bueno, se sabe que Gengis Kan fue el fundador del primer Imperio Mongol, la historia lo tilda como un gobernante ambicioso y despiadado, sin duda alguna fue un guerrero audaz y habilidoso, gran líder, capaz de extender su poder por un vasto territorio que abarcaba desde Europa Oriental hasta el océano Pacífico, y desde Siberia hasta India e Indochina.
Fue nombrado emperador de los mongoles en el año 1206, Gengis Kan se llamó realmente Temüdjin -traducido como ‘el mejor acero’- y desarrolló una fuerte personalidad desde bien temprano. Era hijo de Yesugei y nieto de Qabul, aristócratas del poderoso clan Borjigi, pero quedó huérfano con tan sólo diez años y tuvo que aprender a sobreponerse a numerosas dificultades.
Gengis Kan comenzó su ascensión como mandatario a la edad de 13 años: primero como jefe tribal y, tras vencer a los merkits y a los tártaros, como gobernante de Mongolia. A sus mandos, los duros guerreros mongoles conquistaron reinos tan destacados como el Imperio Jin, el Tanguta o el Kanato de Kara-Kitai, todos ellos en Asia, extendiendo su largo brazo por la actual China, Corea, Irán, Irak, Turquía o parte de Rusia, por poner sólo algunos ejemplos.
Tras la muerte de Gengis Kan, en 1227, el Imperio Mongol quedó en manos de sus hijos Giuci, Jagatai, Ogadai y Tului.
Como toda leyenda siempre debe guardar cierto velo de misterio, y una de ellas es donde esta situada la tumba de el, según la leyenda que cuando Gengis Khan empezó a preocuparse por su propia muerte, hizo construir una gran tumba, una ciudad necrópolis, en un paisaje escogido de la vastísima Mongolia. Allí enterraría junto a él grandes riquezas recogidas en el expolio de las diversas regiones conquistadas y todo aquello que consideraba que debía acompañarlo al viaje más allá. Se dice que, para evitar el saqueo del oro y los tesoros, se asesinaba a todo aquél que se cruzase con la compañía, para que no pudiera decir a nadie hacia dónde se dirigían. Además, sí que se asesinaron a los constructores y capataces de la obra, para que no pudieran decir nada sobre el lugar del eterno descanso del gran Khan. Esta obra faraónica ha sido cubierta y enterrada en las arenas del tiempo, suponiendo uno de los últimos grandes quebraderos de cabeza de los Indiana Jones que buscan esclarecer la verdadera morada póstuma del emperador.


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