jueves, 11 de septiembre de 2014

Templos Budistas en Tailandia

Templo del Buda Esmeralda, conocido como Wat Phra Kaew en tailandés, es el más conocido en Tailandia y tiene el buda más venerado del país. Se encuentra en el recinto del Gran Palacio y aunque se llama de Esmeralda, está realizado de jade verde y vestido con ropa de oro. Sus vestimentas solo se las puede cambiar el Rey de Tailandia, según la estación en la que nos encontremos posee unas u otras. Las que no tiene puestas suelen exponerse en el Pabellón de Regalia, para que las pueda ver el público.
 
Templo Buda reclinado o recostado, se encuentra en el Wat Po, está realizado en ladrillo y argamasa, cubierto por pan de oro. Mide 46 metros de largo y 15 metros de altura, es tan grande que cuesta sacarle una foto. Tiene incrustaciones de madreperla y sus pies miden 3 metros, están llenos de grabaciones y la suela es de un material oscuro como si fuera una piedra.
 
Templo del Amanecer, situado a las orillas del río Chao Phraya, diagonalmente opuesto al Gran Palacio, es muy conocido por su torre central (Phra prang) decorada de azulejos de cerámica y con una altura de 79 m que resplandece al sol.

El Lak Muang o Templo del pilar de la ciudad, se encuentra en el extremo sureste de Sanm Luang y tiene un edificio cuadrado con aberturas en los cuatro lados. En el centro de la sala hay dos pilares de oro y seis colmillos de elefante. Uno de los pilares de piedra fue colocado por el rey Rama I a modo de piedra fundamental para su nueva capital, Bangkok. Se cree que Lak Muang tiene el poder de cumplir deseos.

El Templo de mármol se encuentra en el distrito de Dusit cerca del Chiltralada Palace, es conocido como Wat Benchamabophit. Este templo único de mármol fue construido con clásicos elementos eclesiásticos europeos como ventanas de cristal colorado, y contiene una colección de imágenes de Buda en bronce.

Templo del Buda de Oro se encuentra en el templo de Wat Traimit, en Bangkok, es el Buda de oro más grande del mundo. Pesa 5,5 toneladas y mide 4,5 metros de alto. Durante la invasión birmana la estatua fue recubierta de yeso para ocultarla de los ladrones, al final se olvidaron que dentro se encontraba el Buda de oro y hasta veinte años después que lo trasladaron al templo donde se encuentra ahora, no lo descubrieron.

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