lunes, 2 de marzo de 2015

Sokushinbutsu (Auto-Momificación Budista)

Hola!!! como esta?? si lo se!! he dejado el blog un poco a la deriva, pero ya estoy de regreso!! lo bueno de esto es que siempre que me pierdo del ambito blogero me da tiempo de encontrar datos interesantes, como el que traigo ahora.
Hace unos dias, lei en las noticias sobre una momia encontrada en Mongolia la cual se descubrio que habia una osamente en ella, asi que me dispuse a investigar y traer esta entrada, espero que les guste, que comenten.
Segun lei que el extraño ritual de la automomificacion budista es uno de los rituales mortuorios mas raros del mundo, pero antes de entrar en detalle, pasemos un poco a explicar lo que es este ritual, como todos sabemos la momificación ha sido una práctica habitual en numerosas culturas desde hace miles de años. Para ello, se han usado técnicas diversas de conservación con la base común de que eran aplicadas una vez fallecida la persona. Pero en Japón, durante buena parte del pasado milenio, un grupo de monjes budistas desarrollaron su propia técnica, con un largo y doloroso proceso que los llevaba a convertirse en auténticas momias vivientes.
Pero a que se le llama Sokushinbutsu, dicho termino un tanto complejo significa literalmente “conseguir la budeidad en vida”, o por lo menos ese era el propósito de los monjes que decidían seguir ese camino para morir convertidos en lo más cercano para ellos a la divinidad o a su venerado Buda. El proceso no era practicado por todos y de los que lo realizaban, solo unos pocos llegaban a conseguirlo.

El Proceso de la Auto Momificación
Dicho proceso consiste en el que un ser humano se auto momifica es extremadamente lento y doloroso, podía durar de tres a diez años. El ritual ha variado durante los nueve siglos de los que se tiene constancia histórica, pero son 3 las etapas principales que no cambiaron y todas duran un periodo de 1000 días.
Se divide en fases:

Días 1 a 1000
En la primera fase, el monje comenzaba a practicar una austera dieta a base de frutos secos, harina de trigo y nuez moscada. Los frutos secos se limitaban a los que se podían encontrar en los bosques de los aledaños del monasterio. Esta fase tenía como propósito eliminar la grasa corporal de forma drástica ya que es la grasa lo primero que se descompone tras la muerte. La dieta se acompañaba de un ejercicio físico constante y al terminar la etapa, los monjes con índices de grasa corporal prácticamente inexistentes, eran tan solo hueso y fibra.

Días 1001 a 2000
En la segunda fase, la dieta se hacía todavía más austera y ascética, consumiendo solo ciertas raíces y corteza de pico. La dieta se combina con la ingesta de un té venenoso elaborado a partir del árbol Urushi.(árbol de la laca (Toxicodendron vernicifluum). La savia se utiliza generalmente para lacar vajilla, muebles, joyas, instrumentos musicales, etc, por lo general deja un duradero y brillante acabado.) Este veneno tenía el efecto de matar a los gusanos que habitaban el cuerpo, aparte de envenenar gradualmente el organismo para evitar que tras la muerte los gusanos corrompieran el cuerpo. El veneno también provocaba vómitos y el lógico descenso de los fluidos corporales.
No hay que olvidar que todo el proceso es realizado de forma voluntaria por el monje, que acompaña y mitiga su dolor con la continua oración y los mantras cantados. Finalizado este proceso, el monje ya parece un muerto en vida, con un cuerpo venoso y débil que apenas puede realizar tarea alguna.
Días 2001 a 3000
Este es el último trayecto hacia el camino sagrado del monje que es enterrado en vida a unos metros bajo el suelo en una caja de madera con las medidas justas para que pueda colocarse en posición de loto. En el ataúd se introduce cierta cantidad de raíces y corteza para que pueda seguir alimentándose y se introduce desde el exterior una caña de bambú para que pueda respirar. El monje hace sonar una campana todos los días para que el resto sepan que continúa con vida, el día que la campana ya no suena, se retira la caña de bambú y se sella la tumba durante mil días. Pasado ese periodo, los monjes abren la tumba para comprobar si el proceso de auto momificación ha funcionado. Si pese a todos los esfuerzos el cuerpo se ha corrompido, el monje es enterrado con honores especiales. Si se ha momificado de forma natural es colocado en el templo y venerado a partir de entonces como a Buda.
Cuando el cuerpo permanece sin presentar putrefacción ni ningún otro signo de descomposición el cadáver del monje es llevado a un santuario donde será reverenciado como un dios vivo. Tras obtener el estatus de deidad Buda, las momias eran llevadas al templo Kaikoji ubicado en la región Sakata durante la prefectura Yamagata, un lugar donde las generaciones de los monjes Ato San atienden a las momias con el respectivo cuidado. En este templo se encontraron dos Sokushinbutsu muy bien preservados, quienes en vida habían sido los monjes ascéticos Chukai y Enmyokai, ellos comparte un santuario de vidrio. Sorprendentemente este dúo de dioses permanecen sentados en la misma posición en la que fueron enterrados en 1755 y 1822 respectivamente y están en la dirección de la montaña sagrada Dewa Sanzan lugar donde hicieron su peregrinaje.
A diferencia de las momificaciones conocidas, se sabía que no se usaban métodos para este proceso. Pero cuando los investigadores descubrieron que los órganos internos de las momias de Honshu estaban intactos se quedaron estupefactos.
Este proceso de auto momificación no era nada confiable y seguro, porque los cuerpos se descomponen por numerosas razones. Por ello los monjes que fallaban al transformarse en Sokushinbutsu, eran enterrados en una tumba ordinaria, aunque si recibían respeto y admiración por intentarlo. En la actualidad se desconoce cuantos monjes cumplieron exitosamente este ritual, los textos de los templos revelaron que muchos sacerdotes fallaron en su auto momificación. Este proceso fue prohibido en 1909 durante el gobierno Meiji, un gobierno que mantuvo una fuerte campaña nacional a favor de los sintoístas, la religión autóctona de Japón.
A mediados del siglo XIX el Sokushinbutsu fue prohibido en Japón, pese a ello, estos monjes que todavía se conservan en algunos templos son venerados como auténticos budas, quizás como recompensa a todo lo que sacrificaron para conseguirlo.
En la actualidad se conocen 28 Sokushinbutsu en Japón que consiguieron su inmortalidad por un periodo de nueve siglos. El primer caso se dio en 1081 y el último registrado data de 1903, la mayoría de estas momias pueden ser vistas y encontradas en los templos del norte de Honshu. Aunque no todas son momias Sokushinbutsu, hay casos de momificaciones estándares como la momia de Yasuhira Fujiwara en el templo Chusonji, cuya cabeza fue decapitada a golpes de espada después de su muerte.
Los templos están esparcidos por toda la región de las montañas sagradas en Yamagata central, sin embargo la ubicación de estos templos no es resguardada ni protegida, un ejemplo es la momia de Tetsuryo-kai que esta en los suburbios de Tsuruoka. En otras instancias las momias se encuentra en barrios budistas y en santuarios de Shinto ubicados en la pequeña ciudad de Sakata. En muchos casos no hay tanta conmoción debido a estas momias, a excepción del famoso templo Dainichi que no es muy concurrido, pero no se pueden ver las momias, sólo si se hace el pedido correcto se puede apreciar al dios Buda. Aunque la mayoría de los Sokushinbutsu son desconocidos e incomprendidos por su título, en el Japón muchos de sus habitantes no están al tanto con la existencia de estas auto deidades. Las momias disfrutan de un anonimato en los oscuros templos donde residen, escondiendo su extraordinaria historia en las montañas del Japón.
Fuentes:

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